Enjambres de átomos
fastidian digitales uniones
que ya habíamos complacido.
El esmero de simularnos.
La mirada trae un asombro leve.
La marea devuelve
huérfanos y náufragos,
indiferentes.
El olvido es el secreto
hacedor que, entre penumbras,
abre los resquicios
a la tentación,
ese volcán que empuja
aturdido y sediento magma.
Sísifo.
Hoy no he querido verme,
para inventarme distinto
al sueño de la roca.