Franz Kafka

Vivir el sueño hasta el filo que la razón lastima.
Ha sembrado ansias y descontento.
Ha dejado las promesas en blasones caídos.
La tristeza navega silente.
La urdimbre laboriosa se revela.

Solo somos mientras
Nos juzgan.

¿Quién comprende
las consecuencias?

Soy el sueño minúsculo que preciso
Para descansar de mí.
Soy las letras que se anudan
En agónicas Sentencias tardías que nos precedieron
Muchísimo antes
De poder comprender.


Víctima del después.

Lo único que hacía era buscar en Google. Eran búsquedas frenéticas, que lo arrastraban al paroxismo más abyecto o a la broma más improbable. Usaba toda clase de algoritmos, y había llegado a establecer un sofisma matemático que le devolvía en un bucle infinito, una infinita página, hecha de infinitas búsquedas de sus posibles errores. Más tarde fueron las cajas chinas, y la numeración de palabras concéntricas. Pero lo mejor vino cuando descubrió la búsquedas de palabras sin sentido que, sometidas a un caos riguroso, devolvían invariablemente sentencias para el espanto.
"Víctima del después" fue lo último que leyó, pero algo de la irrealidad iba a revelarse, era cuestión de tiempo.. Y, claro, ya no le quedaba mas tiempo.